miércoles, junio 14, 2006
Los Rituales Mágicos
Los rituales mágicos
La palabra ritual se refiere generalmente a las acciones que se ejecutan durante una ceremonia religiosa, las cuáles están reglamentadas por la liturgia. Estas son invariablemente las mismas puesto que cada gesto, cada movimiento, cada oración, y toda la parafernalia que acompaña al acto están pensados para trascender el estado mental cotidiano y enfocar la atención en un punto preciso, amén de convocar por afinidad las corrientes energéticas ó entidades con las que se pretende contactar.En el caso de religiones constituidas es común observar a los sacerdotes repetir un ritual con todos sus elementos pero sin lograr el objetivo que se busca, que por lo común es poner a los fieles en contacto con la divinidad, por ejemplo la misa católica tiene todos los elementos de una operación mágica, siendo el momento más importante cuando sus practicantes ingieren la ostia que contiene la esencia de Cristo, sin embargo solo en contadas ocasiones se logra esto más allá de una manera simbólica, puesto que muchos sacerdotes no comprenden la esencia del ritual.Por su parte el Mago, no está constreñido a una liturgia inamovible, y aunque es cierto que muchas tradiciones nos dan instrucciones detalladas, es más importante comprender lo que se está haciendo, y el porque es lo apropiado para lograr el efecto deseado. Eventualmente veremos como actualmente las operaciones mágicas son el pretexto para ejercitar la creatividad del mago, más que para repetir acciones que no tienen mucho sentido en nuestra época. Si bien el conseguir la cuarta pluma del ala izquierda de un azor era visto en el medioevo como de capital importancia para completar un trabajo, lo más probable es que el requisito fuera el motivo para probar la fuerza de voluntad del Mago y darle la seguridad de que su actuar iba a ser coronado con el éxito.Hay algunas consideraciones que nos permiten comprender la lógica interna de los rituales mágicos, y el propósito de éste escrito es examinarlas.Por principio de cuentas el operador debe de crear un espacio aparte de la cotidianidad para poder operar, esto normalmente implica encontrar un lugar apropiado y crear un circulo alrededor de su persona, -ó el grupo- para aislarlo(s) del macrocosmos y despejar influencias ajenas a el acto. Lo siguiente es establecerse como centro y regente del universo personal. Aquí encontramos la idea subyacente de que el hombre está hecho a imagen y semejanza de su creador y tiene las mismas prerrogativas de la divinidad, aunque en otro nivel por lo que su persona es el canal vivo que manifiesta estos poderes, ó si es el caso de que el mago no se identifique con ningún Dios, al menos se considera que su ser está ligado al universo y que al despertar dentro de él algunas corrientes de energía, por resonancia éstas afectaran su entorno.De una u otra forma en la mente del mago hay un mapa del universo en el que están encuadrados todas sus energías, muchas veces a través de un panteón de Dioses, -en el caso de la Cábala que es monoteísta se alude a los nombres y esferas de manifestación de Dios-. Así dependiendo de la naturaleza de la operación él sabe de que manera vincularse con las potencias divinas y actuar en su nombre.Tradicionalmente en el esquema de la Cábala, la magia se ubica en la esfera de Hod, recordemos que todos los Dioses de la inteligencia en todos los panteones se relacionan con el planeta mercurio que es el chakra mundano de ésta sephira. Ahora bien, la tradición nos dice que cuando trabajamos con una esfera ubicada en los extremos del árbol de la vida, es indispensable considerar su complemento en este caso Netzcah-Venus. El párrafo anterior no se entiende sin conocimientos básicos de Cábala, pero en pocas palabras lo que quiere decir es que en una operación mágica hay que unir pensamiento y emoción para lograr el objetivo. No solo es el “como” lo importante, sino el deseo de lograrlo. Al avanzar la ceremonia se ejecutan actos que en el universo personal del mago simbolizan el resultado que se pretende obtener, como podrían ser visualizaciones, acompañadas de una declaración de la intención del ritual. El caso es darle una nueva programación al universo para que al término de la ceremonia, y una vez vueltos a unir el micro y el macrocosmos el primero transmita al otro el propósito de la operación.Ahora bien, si es tan sencillo como seguir el manual, habría que preguntarse porque tantas operaciones fracasan. El mago en su caminar va acrecentando su nivel de conciencia, va despertando en su persona poderes latentes y se va vinculando con las energías que sostienen el entramado del universo. Este sendero requiere perseverancia y va de menos a más. Al principio se entra en contacto con las fuerzas elementales del entorno, a saber fuego, aire, agua y tierra, y el elemento que las vivifica –eter-. Posteriormente con las energía planetarias y por último con el mundo espiritual. El mago al darse cuenta de su verdadera naturaleza y potencialidad puede obrar de la manera que lo hace, una vez trascendida la ilusión de aislamiento con respecto al resto del universo.Sería inútil emprender una operación mágica sin la preparación previa a la que hago referencia, de allí los fracasos de aquellos que piensan que la magia es algo mecánico y no consideran que lo primordial es el desarrollo sistemático de la conciencia.
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