domingo, agosto 20, 2006

Reflexiones del camino espiritual

Cuando reflexionamos sobre el universo hay algunas cosas que nos saltan a la vista. Existe un orden inherente -de otra manera reinaría el caos- y se mueve entre dos polaridades que dependen una de la otra para poder manifestarse. ¿Cómo sabríamos lo que es la luz sin la oscuridad? Parecería que hay una inteligencia que determina la manera en que las cosas se manifiestan, llamémosle Dios a falta de un término mejor. La explicación cabalista dice que Dios tuvo el deseo de conocerse y la forma de lograrlo era a través de la creación. Siendo él todo, tuvo que replegarse sobre sí mismo para dejarle espacio al universo, sin embargo la primera de sus manifestaciones sobre la que podemos elaborar era aún un punto indivisible que contenía todos sus atributos. Su deseo de conocerse fue un acto de voluntad que lo desdobló en un reflejo con atributos “masculinos” debido a que había acción y propósito, en ese mismo momento nació la parte femenina de Dios. El deseo de re-unificarse del Dios y la Diosa se da cuando por primera vez experimenta el sentirse incompleto dando nacimiento a los siguientes niveles de creación.
De todas las explicaciones que pretenden explicar el propósito del hombre en el universo la que prefiero es la siguiente. La esencia de nuestro ser está impregnada por una chispa divina que proviene de la fuente de la creación, bajamos de ésta fuente “en inocencia” y a través de la experiencia del mundo material en infinidad de vidas aprendemos lo indispensable para regresar “en conciencia”. Es decir tenemos un alma evolutiva a diferencia de otras formas de creación que no disponen de ese privilegio. Nuestro aprendizaje se da al principio de manera mecánica, ajena a nuestra voluntad –karma- hasta que en cierto momento nos desarrollamos lo suficiente para optar por una evolución consciente. La evolución consciente principia por la compresión de las leyes que rigen el universo para poder alinearnos a ellas y trabajar a favor de nuestro desenvolvimiento espiritual y el del resto de la creación. Decíamos que estamos aquí para aprender, pero el tipo de aprendizaje que requerimos no se encuentra en una biblioteca o en un aula, aunque todas las experiencias que tenemos cuando se viven conscientemente nos ayudan en nuestro crecimiento, lo más importante es “vivir deliberadamente”, esto es en un estado de alerta constante. Todas las personas y sucesos nos llegan por una razón, pero rara vez las percibimos como se debería, tenemos una programación que se nos ha impuesto que distorsiona la manera de ver el universo, estamos “dormidos”; al tomar conciencia de del momento presente, de nosotros mismos y de los que nos rodea sin juzgar despertamos. Debemos dejar que nuestra voz interior se exprese, para ello es indispensable aislarnos de la vorágine de la vida, silenciar el incesante parloteo de la mente y permitir que nuestro verdadero ser se manifieste. Si los sentidos son las puertas para percibir al mundo, al cerrarlas entramos en la mansión de nuestro ser, esto se llama meditar. Creamos la mente como un instrumento para interactuar con el mundo y dejamos que tome el control de nuestro ser, nuestros pensamientos se vuelven hábitos que determinan el curso de nuestras vidas. Pero un hombre despierto no es un juguete en manos del destino, toma las cosas como le llegan sabiendo que le son necesarias para aprender y es capaz de modificar el curso de su vida a voluntad. A ese hombre se la llama Mago ó iniciado. La evolución conciente no es una línea recta en la que avanzamos de vida en vida en el camino de retorno, podemos optar por adelantar en una encarnación y en la siguiente caer en errores que habrá que subsanar antes de continuar, pero no hay pecados que nos pierdan irremisiblemente condenándonos a un castigo eterno; esa mentira la fomentan aquellos que desean controlarte a través del miedo. Inclusive tenemos la opción de desconectarnos de la fuente de luz que sostiene nuestra vida pero aquel que toma ese camino debe de vivir a costa de tomar la energía que necesita de otros seres. La vida es progreso y evolución, cuando el miedo nos detiene entorpecemos ese proceso y abjuramos de nuestro poder, el peor consejero es el miedo, aquel que fomenta el miedo es enemigo de la vida. No sabemos muchas veces las consecuencias de nuestras decisiones, pero elegir es un acto de poder y siempre tenemos a la mano la elección, aunque solo sea la actitud que tomaremos frente a la vida. La vida es cíclica, se mueve entre polaridades, lo que construimos se puede derrumbar, pero lo que aprendemos se queda con nosotros. A través del sufrimiento sabemos que hay cosas que funcionan mal en nuestras vidas, optar por seguir sufriendo es no actuar, lo mismo vale para la enfermedad, más que un castigo es la forma en que se nos informa que hay que movernos para evitar entorpecer el flujo del universo. La culpa y el miedo deben de evitarse, culpar a otros es anclarnos, en todo evento hay que reconocer nuestra parte de responsabilidad buscando el aprendizaje que nos ofrece la situación. Juzgar el error del prójimo es soslayar que todos estamos en proceso de evolucionar consciente o inconscientemente y que todos tenemos un lugar en el mundo que nos es dado en función de las lecciones que debemos asimilar. Las personas que nos rodean son el espejo de nosotros mismos, al cambiar nuestro interior cambiamos nuestras entorno. Todos tenemos un maestro dispuesto a instruirnos en nuestro interior, al optar por la evolución consciente lo dejamos manifestarse, ese es el sendero espiritual.

miércoles, agosto 02, 2006

Lilith.De Diosa a Demonio 1

Génesis 1:27 dice: “Y Elohim creó a Adán a su imagen y semejanza, a imagen de Dios él los creó, varón y hembra”.Génesis 1:18 y 22 dice: “Y Yahvé dijo: ‘No es bueno que el hombre esté sólo. Hagámosle ayuda y compañía semejante a él’…’Y de la costilla aquella que había sacado de Adán formó Yahvé una mujer; la cual puso delante de Adán’.

Elohim es una palabra curiosa, formada por dos partes, Eloah que significa Diosa y un sufijo plural masculino. El Dios-Diosa de la primera parte del génesis crea a Adán a su imagen y semejanza, es decir como un andrógino, por tanto la interpretación cabalística señala que se trata del Adam Kadmon. El ser que prefigura a la humanidad entera como su prototipo ideal y que dará pauta en el siguiente nivel de la creación;- en donde las polaridades ya están presentes- al hombre y a la mujer.
Sin embargo otra línea de pensamiento alimentada por la mitología popular nos dice que en realidad se crearon dos mujeres. La primera, la que nació al unísono con Adán era Lilith , aunque para darnos una idea correcta del personaje y su desarrollo histórico es necesario rastrear sus orígenes Sumerios.
En la antigua mitología sumeria los dioses emergieron de un mar infinito y abismal que representaba el caos primigenio. Lilith era la parte femenina de uno de los Abgal, siete semidioses hermafroditas que manaron del Abismo, y que eran servidores de los primeros dioses de las profundidades. Lilith se trataba de un espíritu morador del viento nocturno (llamados Lilitu o Lamatsu) cuya misión era guardar las puertas que separan el plano espiritual y el físico, por tanto actuaba como guía hacia la inmortalidad. 'Lilith, como guía hacía la sabiduría de la inmortalidad, es representada llevando los anillos de Shem, los símbolos más antiguos para mostrar que alguien ha pasado a la inmortalidad cruzando el Submundo para alcanzar la sagrada Sabiduría del Arbol del Conocimiento'.
Representada así se le puede encontrar en un relieve sumerio fechado alrededor del 2000 A.C.Lilith es el espíritu del viento, representada por una bellísima doncella alada, cuya función era conducir a los hombres al templo de Ishtar para celebrar ritos sexuales con las sacerdotisas vírgenes con el fin de obtener una transformación espiritual y la regeneración del cuerpo físico prolongando la vida. De esta forma también se hacía al hombre partícipe activo de los misterios de la feminidad que normalmente hubieran estado velados para su sexo.
Ishtar también conocida como Inanna no era la diosa creadora del universo, sin embargo los sumerios tendían a pensar que los Dioses de más alto rango no se interesaban en los asuntos de los hombres, así que hubo un tiempo en que esta diosa llegó a ser la más importante del panteón sumerio, correspondiendo a la época en que la mujer era vista como superior al hombre por sus capacidades reproductivas, su culto tenía claras connotaciones sexuales. Entre los griegos y romanos se equipararía con Afrodita y Venus respectivamente y estaba asociada con la estrella Sirio y el planeta Venus.Así Lilith es "la mano de Ishtar", el vínculo de los hombres con los misterios del templo, que también incluían cierta alquimia física con la sangre menstrual de las sacerdotisas. Del concepto de la sangre menstrual "mágica" se pasaría a relacionar esta con el cabello rojo. Así no es casualidad que a la mujer pelirroja se le atribuya un gran poder sexual.
En la antigüedad se pensaba que el pelo rojo se daba entre las personas que tenían un antepasado divino, ángel ó demonio, lo cuál les proporcionaba capacidades sobrehumanas.


Las primeras referencias históricas al personaje de Lilith las encontramos en el poema de Gilgamesh, fechado alrededor del 2000 AC. De acuerdo a las tablillas encontradas en Mesopotamia durante el período correspondiente a la cultura Sumeria. Aquí se refiere a Lilith como un demonio hembra que habita en un sauce custodiado por la diosa Inanna (Anat) en las riveras del Éufrates. En la tablilla XII se localiza la narración siguiente:
Entre sus raíces, la serpiente "que no conoce reposo" había situado su nido; en su copa, el pájaro de la Tempestad, había colocado su cría; en el centro Lillake construyó su casa. Gilgamesh empuñó su hacha en la mano, (hacha) y entre las raíces del árbol golpeó a la serpiente "que no conoce reposo"; y en su copa el pájaro de la Tempestad le robó su pequeñuelo, teniendo que huir el pájaro a la montaña.
Gilgamesh destruyó la casa de Lillake Y dispersó sus escombros.Cortó el árbol por las raíces, golpeó su copa, Y luego las gentes de la ciudad vinieron a cortarla.Entregó el tronco a la brillante Inanna Para hacerse un lecho, (Gilgamesh) con las raíces fabricó un pukku y con la copa un mikku".
Hay quien ha querido ver en éste mito una alegoría de las prácticas de magia sexual –tantrismo-, la serpiente que no conoce reposo, sería el equivalente a la kundalini que hace su nido en las raíces del árbol, es decir en la base de la columna, Gilgamesh domina a Lillake –Lilith- y se apodera del huevo del pájaro de la tempestad, un símbolo de la sabiduría adquirida. En todo caso esta pudiera ser una de varias interpretaciones, aunque no hay que descartarla puesto que desde el principio estamos hablando de ritos iniciáticos con una fuerte connotación sexual.

En la leyenda asiria Lilith es un espíritu protector y es representada al lado de los reyes sosteniendo en sus manos la vara y el anillo de la autoridad, coronada y flanqueada por el Pájaro de la Sabiduría y el León, señor de las bestias. Tras la llegada del patriarcado se puso fin a los ritos sexuales celebrados en el templo, eliminando la fuente principal del poder femenino ya que este era temido por su influencia sobre los hombres y por lo tanto debía ser controlado. El sacerdocio femenino desapareció y Lilith pasó a ser un demonio al que se le atribuían la muerte prematura de los bebés recién nacidos y los abortos naturales, así mismo también podía atacar a hombres adultos provocándoles pesadillas, enfermedades, esterilidad o sorbiéndoles la sangre hasta la muerte.
El aspecto negativo de esta divinidad está ya plenamente asentado entre los griegos y Lilith se corresponde con Lamia, las estriges y las empusas, todos ellos demonios femeninos y generalmente vampiros. En la leyenda Lamia era la reina de Libia, una hermosa mujer que había engendrado hijos con Zeus. Cuando Hera lo descubrió tomó venganza obligándola a devorar a sus propios vástagos. Pero Lamia, al tener conciencia de lo que había hecho, en vez de arrepentirse y acudir a Zeus huyó, por lo cual este terminó por renegar de ella. Lamia no había pasado la prueba que la voluntad de los dioses había dispuesto y fué transformandose en un ser nocturno y horrible que robaba los hijos a otras madres para drenarles la sangre, de la que se alimentaba; también adquirió la capacidad de deformar su cuerpo a voluntad. Las estriges eran mujeres consideradas brujas, fruto de la unión de hombres y arpías. Estas últimas eran mujeres espantosas, aladas y provistas de ojos inmensos, pico curvo y garras retorcidas. Las estriges acechaban a sus víctimas para succionar su sangre y se alimentaban de carne humana. Y de las empusas refiere Filóstrato que siendo malignas seductoras "acostumbran a comer cuerpos hermosos y jóvenes porque la sangre de estos es pura".