domingo, abril 04, 2010

Tantra sin lágrimas.


El siguiente es un extracto del libro Tantra Without Tears de Christopher S. Hyatt, Ph.D. and S. Jason Black. El término Tantra, originalmente se refiere a ciertos libros considerados sagrados en la India; la palabra vendría a significar algo así como acción e indica unión entre teoría y práctica. Una de las cosas que más mortifican a los estudiantes occidentales –y a muchos orientales- es que dentro del Tantra, el bien más alto al que se puede aspirar, es el desarrollo personal en los términos en que uno mismo los define, sin importar la moralidad vigente en la sociedad circundante. Es por eso que el Tantra es una de las afluentes que nutren el Sendero de la Mano Izquierda debido a que propone como hoja de ruta lo que nosotros entendemos como antinomianismo, es decir la renuncia voluntaria a los valores impuestos por la religión y la moral.

La filosofía subyacente al Tantra es difícil de aprender para nosotros debido a la ambigüedad de los términos empleados en los textos y a la falta de explicaciones claras de las prácticas; sin embargo los autores han logrado hacer un manual comprensible en donde exponen sus puntos de vista sustentados por sus experiencias.

“Vamos a hablar de sexo. Uno de los elementos en el desarrollo físico y biofísico más importantes es la masturbación. ¿Masturbación? Algo en lo que nosotros creemos y esperamos que todos ustedes hayan hecho.

La masturbación puede ser empleada de una manera muy profunda; y a ésta técnica es lo que llamamos “la muerte del yo”, lo que es un título bastante bonito.

La técnica de la masturbación para alcanzar “la muerte del yo” es bastante simple; primero recrea una imagen hermosa de ti mismo. Si eres heterosexual y te sientes atraído por el sexo opuesto, convierte esa imagen al sexo contrario. De otra manera deja la imagen tal cual.

Entonces mastúrbate con esa imagen en mente; así por ejemplo , vamos a suponer que deseas perder peso y que eres un hombre heterosexual, imagínate como una mujer hermosa; es decir, recrea una imagen de ti mismo pero con características femeninas, aunque esto pudiera ser una petición un poco avanzada para tu etapa de desarrollo , empieza por masturbarte pensando en la imagen como serías si tuvieras el sexo opuesto pero no exactamente con tus mismas características, sino con tus características idealizadas, en éste caso estaríamos hablando de una mujer delgada. Hazla tan hermosa que despierte tu deseo de hacerle el amor.

Supongamos que deseas perder diez kilos, entonces es necesario imaginar una mujer en su peso ideal, o al menos diez kilos menos de los que tú tienes, cualquier cosa que te funcione mejor. Entonces empieza a masturbarte con la imagen que tú has creado en la mente –aunque esto puede no ser tan fácil como parece porque muchas veces las masturbaciones involucran fantasías derivadas de la frustración sexual.

En resumen; si por ejemplo eres un hombre con diez kilos de sobrepeso, piensa que eres una mujer con diez kilos menos, otórgate una cara bonita y un cuerpo deseable y entonces concéntrate en eso y empieza a masturbarte hasta el orgasmo. Esto te puede tomar una semana o seis meses, dependiendo de tu capacidad de imaginar y que tanto te comprometas con el ejercicio. Técnicas como esta es el tipo de cosas que puede hacer dentro de tu mente para violar el código de programación que te impuso la sociedad.

Si leyeras mil libros del tema, quizá nunca encontrarías mención alguna de ésta técnica. Es muy antigua y potencialmente peligrosa, la razón de acuerdo a mi opinión, es que mucha gente tiene miedos infundados acerca de la homosexualidad, pero solo porque tienes fantasías homosexuales eso no significa que te convertirás en uno, y lo mismo aplica si eres homosexual con fantasías hetero. Piensa en lo que acabas de leer y medítalo un tiempo, esta es una de las técnicas más poderosas que vas a encontrar en alguna parte, y una de las más difíciles.

Quizá ahora entiendas porque la llamamos la técnica masturbatoria para “la muerte del yo”, es porque atenta contra la estabilidad del yo visualizarse como una persona del sexo opuesto y hacerle el amor a esa imagen”.

Mas delante los autores ponen el ejemplo de una persona que encontró algunas de las propuestas por Gurdieff para el despertar, particularmente poderosas, pero que las abandonó al poco de empezarlas y comentan que es un mecanismo de defensa típico del superyó cuando se siente amenazado, el cuerpo enferma, suceden accidentes, el horario se complica, en otras palabras nos aferramos a nuestro antiguo yo. Se incluye el comentario para en la eventualidad de que alguien comience a trabajar con ésta técnica éste consiente de las reacciones emocionales que se van a generar.