domingo, junio 18, 2006

Los elementos en la Tradición Mágica


La teoría de cuatro elementos que conformaban el mundo material, fue propuesta por los filósofos presocráticos. Platón pensaba que estaban formados por átomos que tenían la forma de cuatro de los cinco cuerpos geométricos descubiertos por Pitágoras. Nosotros los conocemos como sólidos Platónicos y son; el Tetraedro, El Octaedro, el Icosaedro y el Cubo asignados al Fuego,Aire, Agua Y Tierra. Obviamente estás no son las formas que realmente tienen los átomos de los elementos, pero en la naturaleza algunos cristales tienden a agruparse formando figuras muy similares a los sólidos Platónicos. Del quinto de los sólidos pitagóricos, el dodecaedro, Platón dijo que era la forma que los Dioses le habían dado a las constelaciones. Aristóteles no compartía el entusiasmo de Platón por las matemáticas y conceptualizó los elementos como la combinación de un par de cualidades de una serie de opuestos.Caliente y frío, y húmedo y seco. A saber Aire es caliente y húmedo.Fuego es caliente y seco. Agua es húmeda y fría. Tierra es seca y fría. Este punto de vista prevaleció hasta la Edad Media y sigue siendo la manera clásica en la que el practicante de la Tradición Mágica Occidental aborda la clasificación de la materia. Adicionalmente añadió un quinto elemento el aether, ó eter que es de naturaleza sutil y constituye el entramado íntimo del universo, estando presente en todas partes. La palabra quintaesencia alude a éste elemento que según Aristóteles era la sustancia de la que estaban hechos los cielos. Uno de los libros clásicos de Cábala es el Sepher Yetzirah donde se describe el orden de los elementos de la siguiente manera. El espíritu de Dios, El aire emanó del espíritu, El agua emanó del aire, parte del fuego se convirtió en tierra y el fuego emanó del agua. Tal y como lo había expuesto en otro artículo, en lo personal considero que la Cábala es el compendio de la filosofía oculta del mundo antiguo y que se conformo con la aportación de las culturas con las que entraron en contacto los hebreos. De allí que la línea de pensamiento griego no se encuentra tan alejada de éstas ideas. En todo caso lo importante es que el Mago posee un sistema de clasificación para encuadrar los fenómenos que observa. Es necesario aclarar que cuando se habla de un elemento mágico, por ejemplo aire; es el estado puro al que nos referimos y no la manifestación física la cuál solo es su reflejo. Si entendemos al universo como la interrelación de éstas cuatro fuerzas elementales, sostenidas a su vez por el aliento espiritual –éter-, el Mago supone que una de las formas que tiene para incidir y modificar a voluntad la realidad es trabajar con las formas sutiles de la materia. Para ello empieza tomando conciencia de los elementos a su alrededor y dentro de su persona, puesto que también se reflejan como estados de conciencia del individuo. Purifica sus actitudes por adicción o sustracción tratando de alcanzar un estado de equilibrio en los elementos y elabora una serie de objetos que le permitan manipular de manera simbólica las fuerzas de la naturaleza. Estas son las famosas armas mágicas, El pantaculo para la tierra, la daga para el aire, la vara para el fuego y la copa para el agua. Por último es conveniente señalar que la tradición mágica asigna a los cuatro puntos cardinales un elemento y la regencia de un arcángel;los elementos, según la versión de la Golden Dawn serian; Raphael-este-Aire,Michael-sur-Fuego,Gabriel-Oeste-Agua y Uriel-Norte-Tierra. Cornelio Agrippa nos da otra direccionalidad, pero ésta tiene un valor probatorio y se compagina perfectamente con la concepción de otras culturas como sería la tolteca.

1 comentario:

Scarlett Freyre dijo...

que buena onda que te interese investigar..