miércoles, marzo 08, 2006

El camino espiritual de occidente

La Cábala. El camino espiritual del occidente.
Una de las ausencias más dolorosas y evidentes de la religiones occidentales, es lo poco que se promueve una experiencia directa de Dios, es decir una experiencia mística entre los creyentes; por el contrario parecería que hay una oposición al respecto. Posiblemente por el miedo que tienen los sacerdotes a perder el papel de intermediarios entre el cielo y la tierra. El problema principal de ésta situación es que una religión centrada en las formas, es decir ritualista pierde significado, y da a la larga una sensación de vacío. Este problema no es de origen, al menos en el cristianismo, ya que podemos leer textualmente en los evangelios, como Jesús, el Cristo declara lo siguiente; No seáis como los hipócritas que se paran al frente del templo a decir Dios, Dios, para que todo mundo los vea, el día que quieran platicar con mi padre, enciérrense en una habitación y búsquenlo dentro de su corazón. La anterior es una de las más bellas definiciones de meditación que conozco. Sin embargo ese tipo de realización como ya hemos visto no es fomentado en occidente. Es por eso que la persona que siente un vacío interior, voltea la mirada a Oriente dónde, por el contrario, parecería que en todas las religiones hay cabida para la experiencia mística. Otra de las razones por las que el Oriente resulta atractivo al buscador, es porque las líneas de pensamiento místico se han mantenido interrumpidas hasta por cinco mil años, sin la interferencia de factores externos como pasó en occidente, debido a la intromisión y censura de la iglesia.
Sin embargo, el enfoque oriental, nos propone algo que nos parece imposible desde nuestro punto de vista. Aquietar el cuerpo y la mente; para en forma sistemática, despojarnos de los velos de las sensaciones, los deseos y el ego y así llegar a un estado de contemplación estática en que es posible percibir las verdades últimas de la existencia. Este camino, a pesar de tener un valor probatorio a lo largo de generaciones, es propio de espíritus introspectivos y sosegados, es decir, fue diseñado para una mentalidad ajena a la nuestra. Si el estudiante de estos sistemas, descubre que no puede adaptarse a los rigores del zen, el yoga, el Tao, ó cualquier otra escuela de oriente, debe voltear de vuelta la vista a propuestas más afines a su cultura, en busca de un equivalente adecuado a sus necesidades. A lo largo de la historia se presentan esbozos de tradiciones que pudieran aportar algún esclarecimiento, al estudiarlas y evaluarlas, salta a la vista que todas ellas contienen elementos comunes como si un antiguo y elemental fuego, las iluminara. Esta llama primigenia, no está contenida en un libro, aunque se expresa en varios, no es una religión, aunque tiene paralelismos con el judaísmo rabínico y venera sus sagradas escrituras. No es filosofía, pero influye en el pensamiento occidental, desde Platón y Pitágoras, hasta Kant y Espinoza. No es astronomía, química o física, pero es la madrina de las tres. Este camino nos ayuda a comprender, desde lo limitado de nuestras mentes, al hombre, y al universo. Es el camino occidental, y se llama Cábala. A pesar de que la Cábala sostiene posturas muy ortodoxas con respecto a la creencia de que los libros de la Tora provienen de inspiración divina y son patrimonio del pueblo judío. Al adentrarnos en sus detalles, se advierten elementos de cosmología egipcia, griega, caldea, védica, neoplatónica a aun gnóstica que difícilmente se acercan al judaísmo tradicional. Al parecer el pueblo hebreo al ser seminómada, recibió influencia de los pueblos con los que entraba en contacto y las matizó con elementos propios, para exhibirlas como originales. Esta influencia es fácil de rastrear en la Biblia. El patriarca Abraham, acampaba a las afueras del pueblo caldeo de Ur. A los Caldeos debemos el conocimiento de la astrología, José y después Moisés, fueron iniciados en los misterios de los sacerdotes egipcios, Daniel, el que fue arrojado al foso de los leones, convivió con los persas, cuyos sacerdotes se hacían llamar Magos y adoraban a Zoroastro. Salomón pide ayuda para construir el templo a Hiram , perteneciente al pueblo Hitita, famoso por sus misterios. Como los anteriores, los ejemplos de la influencia de otros pueblos en el pensamiento judío son innumerables. Por una de esas paradojas de la historia, dichas culturas fueron decayendo y su pensamiento se fue diluyendo, mientras la Cábala judía que sintetizaba el tesoro espiritual del mundo antiguo, permanecía casi intacta, difundiéndose posteriormente por Europa y Medio Oriente, merced a la diáspora judía. Es en la España de los siglos once al quince donde se dio un feliz periodo de convivencia entre los tres pueblos del libro, musulmanes cristianos y judíos intercambiaron sus conocimientos y la Cabala enriquecida fue presentada al mundo. Es allí donde nacen algunos de los textos clásicos, como el Zohar de Moisés Cordovero, que era una síntesis de todo la información que se manejaba en la tradición espiritual hebraica y que originalmente era un tratado demás de veinte tomos. El propósito de éste trazado es demostrar que la Cábala es el tesoro espiritual de occidente y por tanto le pertenece a todos los pueblos de éste lado del mundo, y que como toda tradición viva está creciendo actualmente gracias a la difusión y estudio de las ideas que maneja y que durante siglos permaneció oculta para el mundo con excepción de algunos pocos elegidos.

2 comentarios:

Manuel Ruperez dijo...

Estimado Sator,

acabo de empezar a leer su blog y quería felicitarle por el mismo. Desde hace siete años (ahora tengo 37) estoy en una búsqueda espiritual constante que me ha llevado, sin ser consciente de ello, a un sincretismo muy parecido a los que se aglutinan en los trabajos del sendero. Quizá haya sido debido a mi educación cristiana, mis lecturas orientales y mis meditaciones (una mezcla de ambas).
En cuanto a esta primera entrada, quería resaltar la frase "Este camino nos ayuda a comprender, desde lo limitado de nuestras mentes, al hombre, y al universo.", en referencia a la cábala. Me recuerda a la manera que tenía Einstein de entender el mundo espiritual y que dejó plasmado con la siguiente frase: "Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente". ¿No le parece curioso?
Espero leer su blog por completo. De verdad que me interesa.
Un saludo desde Madrid (España). Manuel.

Unknown dijo...

Para nada Einstein era judío