viernes, abril 14, 2006
La ciencia de la riqueza I
Wallace Wattles fue un escritor estadounidense que vivió entre finales del siglo xix y principios del xx. Después de una juventud accidentada marcada por la pobreza y los fracasos; decidió estudiar a fondo una manera racional de acceder a la riqueza. El resultado de sus estudios está vertido en su obra, especialmente en su libro más famoso. La ciencia de hacerse rico. El autor dice que el conocimiento y práctica de su método hizo que revirtiera su suerte y lo convirtió en un hombre próspero. En los siguientes blogs me propongo mostrar un extracto de sus ideas mediante una traducción libre de su obra. No es una traducción literal, debido a que algunos conceptos necesitan ser actualizados y hay que eliminar algunos pasajes reiterativos para facilitar su lectura, sin embargo siento que en general he respetado el espíritu de la obra. En realidad las ideas de Wattles no son nuevas y el no le da al lector un marco conceptual amplio puesto que su objetivo es hacer un libro de aplicación práctica, pero actualmente hay infinidad de información circulando que puede completar la parte teórica del tema. Desde mi punto de vista y a la luz de mis estudios en esoterismo es perfectamente posible llevar a la práctica el método logrando los resultados deseados. El razonamiento del autor para justificar el deseo de llevar una vida próspera me parece correcto, toda vez que las mismas técnicas las he visto aplicadas en caminos de conocimiento que optan por renegar de lo material en su búsqueda de alturas espirituales. Si como dicen algunos somos almas encarnadas para lograr maestría en el mundo material ¿Qué sentido tiene renegar de los deberes que nos da la vida? Hay una diferencia sutil entre el ser que ya cumplió su propósito en el universo y el que por cobardía no desea completar sus asignaturas. En última instancia conocimiento es poder y ese el medio de completar nuestra evolución de acuerdo a las escuelas occidentales de misterios.
La ciencia de Hacerse rico.
La teoría monistica del universo manejada por las filosofías orientales y por algunos pensadores occidentales –v.gr. Descartes , Spinoza, Leibiniz, Hegel- nos indica que el uno es todo y el todo es uno; es decir que la sustancia que le da forma al universo es en esencia la misma y por tanto, todo objeto y ser se encuentran enlazados como parte de este todo. Este hecho es la estructura que sostiene los principios de la ciencia de la prosperidad.
Una vida limitada por la pobreza no puede vivirse a plenitud. El propósito de la vida es el desarrollo y el hombres tiene derecho de hacer uso irrestricto de todo aquello que le sea necesario para lograr su potencial; mental espiritual y físico. El éxito en la vida es llegar a ser aquello que quieres ser y eso solo es posible rompiendo las cadenas de la pobreza que limitan.
Una vida que vale la pena ser vivida es rica en experiencias, justo lo opuesto a la vida de una persona obligada a vivir en la rutina de la sobre vivencia. El anhelo de riqueza es el de una vida completa y todo aquel que no pretende vivir en la abundancia nada contra la corriente expansiva de la vida,
Hay tres motivos para vivir y los tres tienen igual importancia. El cuerpo, la mente y el alma. Sin el cultivo equilibrado de ellos no es posible tener una vida sana. Cualquier situación que te impida el desarrollo completo de esas áreas es un indicativo de pobreza.
La felicidad más grande es amar y el amar se expresa naturalmente al dar desinteresadamente. Aquel que vive en la limitación y no tiene nada que dar no puede tomar su lugar como padre, esposo o ciudadano.
Por tanto es correcto desear el bienestar material como medio para el desarrollo de nuestros deseos y potencialidades. El servicio más grande que le podemos ofrendar a Dios y al universo es alcanzar nuestro desarrollo máximo.
Hay leyes que gobiernan el universo; de otra manera reinaría el caos y la vida no sería posible. Una derivación de esas leyes sería la de la creación de las condiciones necesarias para sostener la vida, y por extensión la de la creación del bienestar y la riqueza.
Es una ley natural, que a una causa sigue un efecto –ese es el fundamento de toda ciencia- Entonces para lograr la maestría necesaria para acceder a la riqueza hay que proceder sistemáticamente y el primer paso es averiguar cuál es la causa que produce la riqueza.
Examinemos esta cuestión para ir descartando opciones.
No es el medio ambiente pues en la misma ciudad conviven ricos y pobres, No es el trabajo duro de otra manera no habría personas que viven para trabajar alcanzando apenas niveles de sobre vivencia. No es la inteligencia, el talento o la educación, ya que por cada rico que posee estos atributos, hay otro que no.
No es el ahorro puesto que llevado al extremo da como resultado vidas miserables. No es la profesión elegida, pues de dos que tienen la misma actividad, uno prospera y otro no. Ciertamente las cosas se facilitan con algunas condiciones, pero ninguna es indispensable. Ni siquiera las circunstancias de nacimiento lo son de otra manera no existirían los ricos que empezaron desde abajo.
Hasta aquí les dejo esta información para que reconsideren su relación con el dinero y si es que existen ideas concebidas alrededor de la prosperidad que faciliten o obstaculicen si adquisición.
En la siguiente entrega empezaré a abordar las técnicas de la ciencia de la riqueza.
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1 comentario:
Animos, porque si es posible hacerse rico, todo está en nosotros mismos, con pensamientos de fe, de abundancia, salud, prosperidad, amor.
Entrenar nuestra mente.
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