De acuerdo, ya vimos la importancia del Tetragrámaton y parte del simbolismo que encierra. Ahora quisiera empezar a aterrizar algunos conceptos con respecto a su aplicación práctica. Siendo éste, el nombre principal de la Divinidad Hebrea es evidente de que los cabalistas se dedicaron con ahínco a estudiarlo y tratar de comprender sus significados ocultos en todas las formas posibles.
Como ya habíamos mencionado, las letras hebreas tenían asignado tanto un fonema, como un número, así al sumar las letras YHVH éstas suman veintiséis -10,5,6,5-, sin embargo en varias fuentes talmúdicas tempranas se menciona que al desplegar en extensión el Tetragrámaton se encuentra el nombre Divino de setenta y dos letras, conocido como Shem ha-Mephorash . Hay dos maneras de derivar el número 72 a partir del IHVH, la más simple es recurrir al Tetrakys, el símbolo atribuido a la divinidad en la escuela pitagórica que consistía en un triángulo equilátero que se trazaba con diez puntos. Así en la cúspide se colocaba el Yod, en el segundo nivel el Yod,He; en el tercero el Yod,He,Vav, y en el último nivel el nombre completo Yod,He,Vav,He. Y al sumar los valores de las diez letras dibujadas la suma daba setenta y dos. El otro método se encuentra mencionado en el Bahir, un libro clásico cabalista publicado en el medioevo y atribuido a la escuela provenzal. Hay que aclarar que tradicionalmente la Cábala se transmitía de maestro a alumno, de boca a oído; así que el hecho de que no existan textos anteriores no significa que los conceptos básicos no estuvieran presentes con anterioridad. En el Bahir que es considerado un Mishdra, es decir un comentario a la Torah se lee en el capítulo 107.
Cuál es el significado de los versículos –Números 6;24-26- “
24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Este es el nombre explícito del santísimo, aquel que contiene doce letras
Como está escrito YHVE,YHVE,YHVE. Esto nos enseña que el nombre de Dios consiste en tres grupos, donde cada uno se parece al otro. Las cuatro letras se pueden permutar en 24 formas diferentes, formando un grupo. Multiplica 24 por tres y obtendrás los 72 nombres benditos.
Bastante esotérico incluso para mí, pero de ese tenor son los libros de Cábala Tradicional. El caso es que setenta y dos es importante porque los pueblos que desarrollaron la astrología –Caldeos - tenían una base sexagesimal en su sistema de numeración y dividían la esfera zodiacal en 360 grados, los cuáles se repartían entre los doce signos astrológicos. Cada signo se podía a su vez dividir en tres decanatos y cada decanato en dos partes de cinco grados. Lo cuál daba 72 subdivisiones.
Los místicos judíos eran muy dados a reflexionar profundamente –cavilar; que viene de Cábala- en la Biblia y notaron que tres versículos consecutivos del Exodo -19,20,21- estaban formados por setenta y dos letras, lo cuál no podía ser de ninguna manera una casualidad. Así que llegaron a la conclusión de que en esos versículos se encontraban escondidos los nombres de Dios, para determinar cuáles eran éstos colocaron las letras del primero de izquierda a derecha, la siguiente de derecha a izquierda y la última como al principio. Así obtuvieron setenta y dos nombres de tres letras atribuidos a Dios.
Los versículos del Exodo son los siguientes
19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. 21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
Y como el tema da para más, lo voy a dividir en dos entradas.
Como ya habíamos mencionado, las letras hebreas tenían asignado tanto un fonema, como un número, así al sumar las letras YHVH éstas suman veintiséis -10,5,6,5-, sin embargo en varias fuentes talmúdicas tempranas se menciona que al desplegar en extensión el Tetragrámaton se encuentra el nombre Divino de setenta y dos letras, conocido como Shem ha-Mephorash . Hay dos maneras de derivar el número 72 a partir del IHVH, la más simple es recurrir al Tetrakys, el símbolo atribuido a la divinidad en la escuela pitagórica que consistía en un triángulo equilátero que se trazaba con diez puntos. Así en la cúspide se colocaba el Yod, en el segundo nivel el Yod,He; en el tercero el Yod,He,Vav, y en el último nivel el nombre completo Yod,He,Vav,He. Y al sumar los valores de las diez letras dibujadas la suma daba setenta y dos. El otro método se encuentra mencionado en el Bahir, un libro clásico cabalista publicado en el medioevo y atribuido a la escuela provenzal. Hay que aclarar que tradicionalmente la Cábala se transmitía de maestro a alumno, de boca a oído; así que el hecho de que no existan textos anteriores no significa que los conceptos básicos no estuvieran presentes con anterioridad. En el Bahir que es considerado un Mishdra, es decir un comentario a la Torah se lee en el capítulo 107.
Cuál es el significado de los versículos –Números 6;24-26- “
24 Jehová te bendiga, y te guarde; 25 Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; 26 Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.
Este es el nombre explícito del santísimo, aquel que contiene doce letras
Como está escrito YHVE,YHVE,YHVE. Esto nos enseña que el nombre de Dios consiste en tres grupos, donde cada uno se parece al otro. Las cuatro letras se pueden permutar en 24 formas diferentes, formando un grupo. Multiplica 24 por tres y obtendrás los 72 nombres benditos.
Bastante esotérico incluso para mí, pero de ese tenor son los libros de Cábala Tradicional. El caso es que setenta y dos es importante porque los pueblos que desarrollaron la astrología –Caldeos - tenían una base sexagesimal en su sistema de numeración y dividían la esfera zodiacal en 360 grados, los cuáles se repartían entre los doce signos astrológicos. Cada signo se podía a su vez dividir en tres decanatos y cada decanato en dos partes de cinco grados. Lo cuál daba 72 subdivisiones.
Los místicos judíos eran muy dados a reflexionar profundamente –cavilar; que viene de Cábala- en la Biblia y notaron que tres versículos consecutivos del Exodo -19,20,21- estaban formados por setenta y dos letras, lo cuál no podía ser de ninguna manera una casualidad. Así que llegaron a la conclusión de que en esos versículos se encontraban escondidos los nombres de Dios, para determinar cuáles eran éstos colocaron las letras del primero de izquierda a derecha, la siguiente de derecha a izquierda y la última como al principio. Así obtuvieron setenta y dos nombres de tres letras atribuidos a Dios.
Los versículos del Exodo son los siguientes
19 Y el ángel de Dios que iba delante del campamento de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, 20 e iba entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los otros. 21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
Y como el tema da para más, lo voy a dividir en dos entradas.
2 comentarios:
El comentario del Bahir lo que trata de expresar es que Dios es uno en esencia, pero que se manifiesta como tres. El uno indivisible,contenido en Kether. Y las polaridades en las que se dividió para crear el universo. Dios Padre,que se encuentra en Chokmah y el principio femenino, que habita en Binah. Todos forman la tríada del sistema cabalístico y residen en la cúspide del árbol de la vida.
Siempre he pensando, que la luz que se manifiesta en Kether procede del punto primordial de creación. Esto es, en mi humilde visión, una forma estructural de la idea tan amplia que la interpretación se eleva por encima de cualquier conceptualidad. Imagina a Kether no solo como la raíz y pléyade de la idea divina amplia y generalizada. Ahora, si tomamos un poco de la vieja idea del Génesis "Y dijo Dios: «¡Que exista la luz!»Y la luz llegó a existir. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas", e incluímos el concepto cabalista de Ain, Ain Soph y Ain Soph Aur, podemos tal vez concluir que el principio de dualidad es incluso inherente a esa dicotomia de "carne / espiritu " "Tanto en la fuerza de Dios como en la creación del hombre". Una espléndida afirmación de la materia y el cosmos individual, explorado por el Cábala de manera creacionista y dual.
Como siempre Sator, un excelente post que me permite revisar algunas de mis ideas más privadas sobre ciertos temas.
Saludos y besos!
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