En el año de 1972 la Sociedad para estudios psíquicos de Toronto, formada por ocho miembros decidió llevar a cabo algunos experimentos alrededor del fenómeno espiritista.
Para verificar suposiciones que habían formulado se propusieron establecer contacto con el espíritu de un noble inglés del siglo XVI que había muerto en condiciones particularmente trágicas. El nombre de éste personaje era Philip Aylesford, un católico y terrateniente leal al rey en los tiempos de Oliver Cromwell, Consideraciones de rango hicieron que la familia de Philip pactara un matrimonio para él con una mujer de carácter difícil de nombre Dorotea, con la que no tuvo ninguna descendencia, sin embargo su destino le llevó a conocer en un campamento gitano que se había instalado en sus posesiones a una hermosa mujer de cabello negro llamada Margo de la cuál se enamoro perdidamente. Philip llevó a la gitana a vivir en una de sus propiedades, donde hicieron su escondite de amor; pero eventualmente Dorotea se enteró del asunto y movió las influencias de su familia para acusar a Margo de bruja haciendo que se le torturara hasta lograr su confesión, la cuál basto para que fuera condenada a la hoguera. Aylesford guardó un cobarde silencio por temor a perder su rango, pero no pudo evitar que a la muerte de su amada el remordimiento lo atormentara, así que un día decidió suicidarse a la edad de treinta años. Desde entonces su fantasma era visto de tiempo en tiempo en el lugar. Para lograr establecer contacto con éste espíritu, La SEPT –para abreviar- tomó el formato de las sesiones espiritistas populares en el siglo XIX, y para completar la atmósfera se rodearon de artículos que recordaban la época de Phillip incluyendo una pintura del noble inglés. A las pocas semanas de empezar las invocaciones, pudieron lograr el objetivo de que se manifestara el espíritu a través de golpes en la mesa estableciéndose un rudimentario sistema de comunicación, que eventualmente los llevó a conocer los puntos de vista, actitudes y detalles desconocidos de la vida del fantasma. Conforme se afianzaba la relación entre el grupo y el invocado las manifestaciones físicas fueron incrementándose llegando a darse fenómenos poltergeist de los que hay registros, asimismo varios testigos ajenos al grupo observaron en distintas ocasiones levitar la mesa a través de la que se hacía el contacto. Lo relevante del experimento es que en realidad Philip Aylesford nunca existió, fue un personaje creado a partir de una historia más o menos creíble aderezada con datos históricos verdaderos, puesto que el objetivo del grupo era demostrar que algunas de las comunicaciones con los espíritus y de los eventos denominados poltergeist eran el resultado de la manifestación del inconsciente de uno ó más de los involucrados; una cuestión de la que se sospechaba desde hace tiempo. Así que los investigadores decidieron fue crear un carácter ficticio y empaparse de su historia de tal manera que su inconsciente la adoptara como real y proceder a invocar al personaje como si en realidad se tratara de un fantasma verdadero. En vista del éxito obtenido, otro grupo franco canadiense creó a Lilth, una espía de la segunda guerra mundial, un grupo Francés a Sebastián un alquimista y a un hombre del futuro llamado Axel; de igual manera en Australia se logró contactar a Skippy una adolescente. Si bien nunca fue posible lograr la manifestación visible los “espíritus” llegaban a responder correctamente preguntas que en muchos casos escapaban al conocimiento de los involucrados pero que era congruente con la personalidad creada. Así que se llegó a hipotetizar que el inconsciente era capaz de conectarse de alguna forma con las fuentes de información que necesitaba. La operación de hacer que se manifieste un ente mediante un ejercicio de imaginación y atención sostenida es conocida en esoterismo como la creación de un egregor, aunque también se les puede denominar como; tulpas, shogotts, formas mentales, etc. Y es un ejercicio común entre practicantes con cierto grado de avance. Virtualmente todos los grupos de trabajo y buena parte de los practicantes solitarios, recurren a la creación de esas entidades para efectos de protección durante sus prácticas u otro tipo de propósitos. Así que en realidad la SEPT solo seguía los pasos de una técnica bien establecida y de hecho logrando solo un éxito parcial ya que un adepto experimentado puede llevar a manifestación visible la entidad. Pero la razón por la que cito el experimento Philip; es por un lado porque está ampliamente documentado y hay pruebas testimoniales y registros que indican la veracidad de la información a diferencia del trabajo de otro tipo de agrupaciones que por su carácter no buscan la difusión de sus actividades; y por el otro que en la siguiente entrega quiero abordar un tema por demás interesante. Los sistemas de creencias que sostienen el trabajo esotérico, y en este caso encontramos dos de ellos. El Modelo Espiritual vs. El Modelo Psicológico. Es decir las operaciones espiritistas tradicionales se fundamentan en la creencia que existe una realidad sutil que trasciende el mundo físico, mientras la SEPT se adscribía al segundo modelo en el que se trabaja en el entendido de que es la mente consciente ó inconsciente la que crea las manifestaciones. Existirían otros modelos que solo voy a mencionar El Modelo Energético del cuál sería un ejemplo las prácticas de yoga, chi kung, reiki, y en la que entrarían conceptos tales como prana, chi, ruach, orgon, vril, entre otros. Y el Modelo de Información que es el más moderno pues involucra términos tomados de la física moderna y la informática.
Para verificar suposiciones que habían formulado se propusieron establecer contacto con el espíritu de un noble inglés del siglo XVI que había muerto en condiciones particularmente trágicas. El nombre de éste personaje era Philip Aylesford, un católico y terrateniente leal al rey en los tiempos de Oliver Cromwell, Consideraciones de rango hicieron que la familia de Philip pactara un matrimonio para él con una mujer de carácter difícil de nombre Dorotea, con la que no tuvo ninguna descendencia, sin embargo su destino le llevó a conocer en un campamento gitano que se había instalado en sus posesiones a una hermosa mujer de cabello negro llamada Margo de la cuál se enamoro perdidamente. Philip llevó a la gitana a vivir en una de sus propiedades, donde hicieron su escondite de amor; pero eventualmente Dorotea se enteró del asunto y movió las influencias de su familia para acusar a Margo de bruja haciendo que se le torturara hasta lograr su confesión, la cuál basto para que fuera condenada a la hoguera. Aylesford guardó un cobarde silencio por temor a perder su rango, pero no pudo evitar que a la muerte de su amada el remordimiento lo atormentara, así que un día decidió suicidarse a la edad de treinta años. Desde entonces su fantasma era visto de tiempo en tiempo en el lugar. Para lograr establecer contacto con éste espíritu, La SEPT –para abreviar- tomó el formato de las sesiones espiritistas populares en el siglo XIX, y para completar la atmósfera se rodearon de artículos que recordaban la época de Phillip incluyendo una pintura del noble inglés. A las pocas semanas de empezar las invocaciones, pudieron lograr el objetivo de que se manifestara el espíritu a través de golpes en la mesa estableciéndose un rudimentario sistema de comunicación, que eventualmente los llevó a conocer los puntos de vista, actitudes y detalles desconocidos de la vida del fantasma. Conforme se afianzaba la relación entre el grupo y el invocado las manifestaciones físicas fueron incrementándose llegando a darse fenómenos poltergeist de los que hay registros, asimismo varios testigos ajenos al grupo observaron en distintas ocasiones levitar la mesa a través de la que se hacía el contacto. Lo relevante del experimento es que en realidad Philip Aylesford nunca existió, fue un personaje creado a partir de una historia más o menos creíble aderezada con datos históricos verdaderos, puesto que el objetivo del grupo era demostrar que algunas de las comunicaciones con los espíritus y de los eventos denominados poltergeist eran el resultado de la manifestación del inconsciente de uno ó más de los involucrados; una cuestión de la que se sospechaba desde hace tiempo. Así que los investigadores decidieron fue crear un carácter ficticio y empaparse de su historia de tal manera que su inconsciente la adoptara como real y proceder a invocar al personaje como si en realidad se tratara de un fantasma verdadero. En vista del éxito obtenido, otro grupo franco canadiense creó a Lilth, una espía de la segunda guerra mundial, un grupo Francés a Sebastián un alquimista y a un hombre del futuro llamado Axel; de igual manera en Australia se logró contactar a Skippy una adolescente. Si bien nunca fue posible lograr la manifestación visible los “espíritus” llegaban a responder correctamente preguntas que en muchos casos escapaban al conocimiento de los involucrados pero que era congruente con la personalidad creada. Así que se llegó a hipotetizar que el inconsciente era capaz de conectarse de alguna forma con las fuentes de información que necesitaba. La operación de hacer que se manifieste un ente mediante un ejercicio de imaginación y atención sostenida es conocida en esoterismo como la creación de un egregor, aunque también se les puede denominar como; tulpas, shogotts, formas mentales, etc. Y es un ejercicio común entre practicantes con cierto grado de avance. Virtualmente todos los grupos de trabajo y buena parte de los practicantes solitarios, recurren a la creación de esas entidades para efectos de protección durante sus prácticas u otro tipo de propósitos. Así que en realidad la SEPT solo seguía los pasos de una técnica bien establecida y de hecho logrando solo un éxito parcial ya que un adepto experimentado puede llevar a manifestación visible la entidad. Pero la razón por la que cito el experimento Philip; es por un lado porque está ampliamente documentado y hay pruebas testimoniales y registros que indican la veracidad de la información a diferencia del trabajo de otro tipo de agrupaciones que por su carácter no buscan la difusión de sus actividades; y por el otro que en la siguiente entrega quiero abordar un tema por demás interesante. Los sistemas de creencias que sostienen el trabajo esotérico, y en este caso encontramos dos de ellos. El Modelo Espiritual vs. El Modelo Psicológico. Es decir las operaciones espiritistas tradicionales se fundamentan en la creencia que existe una realidad sutil que trasciende el mundo físico, mientras la SEPT se adscribía al segundo modelo en el que se trabaja en el entendido de que es la mente consciente ó inconsciente la que crea las manifestaciones. Existirían otros modelos que solo voy a mencionar El Modelo Energético del cuál sería un ejemplo las prácticas de yoga, chi kung, reiki, y en la que entrarían conceptos tales como prana, chi, ruach, orgon, vril, entre otros. Y el Modelo de Información que es el más moderno pues involucra términos tomados de la física moderna y la informática.
3 comentarios:
Felicitaciones por el blog!, me parecio muy interesante todo lo que lei. Te agrego a mis links
Saludos.
Mi Kamus...
Un afectuoso saludo y un placer el seguirte leyendo!
Diana
Siempre he sido un poco incrédula con respecto a las historias de "fantasmas" o de comunicación espiritual que suelo escuchar. Y no precisamente porque dude que este tipo de experiencias existan ( de hecho, las he vivido ) , sino porque estoy convencida que la mayoría de las veces se confunden con muchas otras situaciones.
Pienso que la comunicación por medios espirituales debe ser comprendida como un intercambio de energías entre dos planos de conciencia y no con algo tan simple, como una manifestación fisica, que puede tener varias explicaciones.
Muy interesante este post, Sator. Sobre todo, muy coherente la manera de presentar la idea.
Saludos.
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